Tenía una rosa dorada en mi pequeño jardin, la cuidaba con esmero, a ella dedicaba los mejores minutos del día, entonaba para ella las canciones más melodiosas, mis caricias la convirtieron en la más hermosa de las flores. Sus pétalos de noche, a la luz de la Luna, absorbían aromas que anhelaban las estrellas. Mimada, regalada, envidiada... creció entre plantas y flores, sin riesgos, sin carencias, en un lecho de amor imperecedero.
Aquel aciago día, un viento suave asedió mi jardin, susurrante enamoró a la rosa, se dejó arrancar por él , sin que yo pudiera defenderla, en volandas se la llevó de mi lado, lejos, donde no pudiera volver a recrear mi mirada en ella ni a sentir el perfume nacarado de sus pétalos abiertos. Se fue libremente, no quiso seguir unida a las ramas del rosal que mis cuidados amorosos vigilaban. Se fue, no fui tras ella porque había llegado el momento de que viviera su elección de vida.
Los años, otros vientos, la volvieron a mi. Al instante reconocí aquella rosa, a pesar de la hermosura perdida, la que en un tiempo tuvo corona de reina en mi jardín. Ya todo fue diferente, no hubo magia suficiente por la que lograra recuperar su reinado, no porque otra lo hubiera ostentado en su ausencia, no porque yo no quisiera... No pudo porque sólo regresó para encontrar un lugar donde guarecerse del frío, donde reparar las erosiones del viento que se la llevó, un lugar donde recibir la gota de rocío de una nueva mañana, bajo el Sol que un día alimentara su perdido esplendor.
Hoy, entre sus pétalos rasgados, ha brillado el rocío de un nuevo amanecer.
4 comentarios:
Me ha parecido muy bonito este nicrocuento de la rosa e imagino que debe tener un fondo de realidad.
También el hijo pródigo regresó a la casa de su padre y fue muy bien recibido.
Un beso.
Ya no era lo mismo... pero si la rosa quería solamente sentirse segura en su jardín, pues, a dejarla estar allí.
Cada decisión tomada conlleva un riesgo. Me gustó tu cuento.
Te dejo un cordial saludo.
Me gusta este post por lo que tiene de ESPERANZADOR, al final vence el simple riego de una gotita de rocio para presagiar nuevos amaneceres...
Besiños luminosos.
y ESE CHOPIN....., es como siempre sublimeeeee. BESIÑOS AGRADECIDOS POR ESTE BUEN RATO.
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