¡Oh decepción, decepción!!, eres la más grande de las desdichas humanas. Cuando esperas algo, por pequeño que sea, y no se cumple parece que todo se derrumba alrededor. Aunque seas capaz de soportar las pruebas más duras, de sacar adelante las empresas más fuertes, de cargar sobre tus hombros los pesos mayores, afrontar los riesgos más peligrosos... una simple decepción inesperada puede dar al traste con la mayor de las fortalezas.
Así es el sentimiento humano, hecho para resistir las inclemencias del tiempo, los fracasos del amor, las torturas del alma, pero la más leve decepción lo hunde en el pozo de la angustia:
La nieve que no cuaja.
El bolígrafo, recien comprado, que no escribe.
La bombilla que se funde.
La carta que no llega.
El teléfono que no suena.
La bandeja del correo vacía.
El post sin comentarios.
El blog sin seguidores.
JAJAJA...jajaja...
... Crueles elementos, simples en esencia, pero poderosos para hundirte, en un momento, en la más feroz de las apatías.
Y, sin embargo, aprender a superar estas decepciones puede hacer de ti la roca firme donde el mar se estrella.
Que el Real Madrid haya perdido frente al Barcelona, 5_0 no es una simple decepción, es un drama, pero para los dramas las fuerzas nunca flaquean.
Que el Real Madrid haya perdido frente al Barcelona, 5_0 no es una simple decepción, es un drama, pero para los dramas las fuerzas nunca flaquean.