miércoles, 25 de febrero de 2009

MI LUNA DE MIEL CON CHOPIN

AVISO: OS DEJO UN POST LARGO PORQUE VOY A ESTAR TRES DÍAS AUSENTE. PODÉIS LEERLO POR ETAPAS



Los detalles concretos sobre Chopin y George Sand, están tomados de este libro adquirido en la Cartuja de Valldemosa,en Agosto de 1960, escrito por Bartolomé Ferrá.

Sugiero leer el post escuchando la música de Chopin

Mazurca en mi menor, op 41, nº 2, compuesta en Valldemosa






Que nadie vaya a pensar que el polaco Federico y yo coincidimos en el tiempo. El llegó a Mallorca un poco antes que yo y fue su huella la que me llevó a convencer a mi recien estrenado marido para que pasáramos en la Isla nuestra Luna de Miel. Es verdad que por aquella época la mayoría de los nuevos matrimonios, solían disfrutar en las Islas Baleares de su primer viaje juntos. Esto también era propio de aquellos años; los novios no viajaban juntos hasta que dejaban de serlo y se convertían en marido y mujer. En la actualidad los destinos elegidos suelen ser algo más exóticos y de mayor coste.
Mi elección por aquella hermosa Isla se debió a mi apasionada devoción por Chopin. Había leído mucho sobre este romántico e inspirado compositor y algo de morbo sentía por indagar en La Cartuja de Valldemosa sobre aquella pareja de amantes que en ella residieron. La misteriosa escritora, Aurora Dupin, que gustaba vestirse de hombre y usar seudónimo, George Sand, me tenía intrigada. Tenía treinta y cuatro años cuando llegaron a Mallorca, mientras el compositor ya famoso, acababa de cumplir los veintiocho, y dos hijos, de quince y nueve años de su matrimonio con el Barón de Dudevant. Por añadidura tuvo también otros amantes como el poeta Alfredo de Musset, autor de LAS NOCHES, quien tiene un poema precioso que el autor del libro de la cabecera equipara a uno de los Preludios de su amigo Chopin:

"(...) cuando he conocido la Verdad,
he creído que era una amiga:
cuando la he comprendido y sentido,
estaba hastiado de ella.
Y sin embargo es eterna,
y los que han prescindido de ella
en la tierra lo han ignorado todo.
Dios habla, es preciso responderle;
el solo bien que me queda en el mundo
es haber llorado alguna vez.
Esta curiosidad por los amantes de Valldemosa, fue el motivo de pasar mis primeros quince días de casada en Mallorca. De mi propio viaje, ya se sabe, a parte de intimiddes que no pienso contar, lo típico del turismo:
Las Calas, algunas hoy de nudistas, que no hubieran soportado mis ojos de entonces.

Las Playas, ya entonces abarrotadas de turistas

Las Cuevas del Drach, con las estalctitas, las estalacmitas y los músicos interpretando baladas desde una barca de ida y vuelta, todo muy organizado a mayor gloria del turismo.


La Catedral
Tampoco quiero hacer una biografía detallada de Chopin, simplemente deslizar algunos detalles de los días que vivió en aquella Cartuja que hoy se conserva como museo del compositor.

En principio aquel viaje estaba organizado sólo para la baronesa y sus hijos Maurice y Solange, ya que la salud del niño era delicada, pero fue Chopin quien quiso unirse a ellos, pensando que el clima del mediterráneo vendría bien a sus ya afectados pulmones. La apariencia física de la pareja era todo un contraste: Chopin alto, esbelto, siempre elegante, siempre enguantado. Las manos finas, los dedos largos... Su amigo Franz List acostumbraba a llamarle "el Príncipe" por su exquisita elegamcia. Por el contrario la escritora y amante, es descrita por Bartolomé Ferrá como: "ardiente y generosamente dotada para todos los entusiasmos del espíritu y de la carne".

Al mes de su llegada, en Noviembre, escribía el compositor a su amigo Fontana:
(...) El cielo es de turquesa, el mar es azul, las montañas de esmeralda y el aire paradisiaco. Brilla el sol durante todo el día, la gente viste como en verano y hace calor; en la noche se oyen guitarras y cantos durante horas enteras".
Al llegar se instalaron en una fonda, situada ante la puerta nueva del Muelle, frente al palacio de la Almudaina. De allí pasaron a una casa de campo situada en un caserío cercano a la ciudad, llamado Establiments. En su libro:"Un invierno en Mallorca" la escritora describe detalladamnete el paisaje de alrededor de la casa. en principio disfrutaron de un tiempo espléndido, pero al iniciarse la temporada de lluvias la enfermedad de Chopin comenzó a agravarse, no tardándo en circular entre los habitantes el miedo a verse contagiados por el horroroso mostruo de la tisis pulmonar. Tuvieron que desalojar la vivienda y son las palabras de George Sand las que expresan el horror que aquellas gentes sentían hacia ellos, segun una carta recibida del propietario de la finca en la que decia que:

"Teníamos una persona en casa, la cual tenía una enfermedad que le repugnaba y que llevaba el contagio a sus hogares...en virtud de lo cual nos rogaba desalojar su palacio lo más pronto posible"
Fue el cónsul francés en Palma quien los acogió en su casa hasta que pudieran trasladarse a la Cartuja de Valldemosa. Crece entonces el optimismo de Chopin quien escribe a Fontana:

"Viviré en una deliciosa Cartuja, en el más bello país del mundo: el mar, montañas, palmeras, un cementerio, una iglesia de cruzados, una ruína de mezquita, olivos milenarios!"
Se equivocaba el compositor en esta descripción ya que en Valldemosa, nunca hubo Cruzados, ni mezquita alguna.

La Cartuja de Valldemosa fue fundada en el año 1399, cuando el rey Martín el Humano cede a los monjes su palacio llamado El Puyol. A partir del siglo XV el convento se fue agrandando con nuevos edificios. Con la revolución de 1835 los monjes son expulsados del Monasterio y La Cartuja queda desierta. El gobierno se incauta del monasterio y alquila sus dependencias. En unas de las antiguas celdas se instalan Chopin y George Sand con los niños.

Cuando yo visité Valldemosa, en una de las dependencias se encontraba un viejo y pobre piano mallorquín, con algunas partituras, que estuve contemplando e imaginando los largos dedos de Federico extrayendo de él sus Baladas y Nocturnos. Lástima que no permitían tomar ninguna fotografías. Ese piano fue utilizado por el compositor durante la mayor parte de su estancia en aquel lugar, ya que el Pleyel, encargado a París, no lo dejaron pasar por la Aduana hasta poco antes de su regreso a Francia. Este contratiempo fue una auténtica pesadilla para él

Piano Pleyel



Fotografía de Valldemosa en la actualidad

Comienza Chopin a sentirse alejado del mundo. Las contínuas lluvias le mantienen recluido en la celda fría y húmeda. Echa en falta las comodidades de París y su vida social. Su quebrantada salud no le permite ya ni gozar con la contemplación del paisaje. Por el contrario, fue la escritora quien trasladó a su libro "Un Invierno en Mallorca" toda la belleza mallorquina aunque también recopiló facetas negativas de los lugareños, a los que nuncá llegó a estimar, criticando en sus escritos la manera de vivir de aquellas gentes, para ella embrutecidas e incultas. Algo que fue recíproco y que motivó hacia la pareja rencor y una cierta revancha a la hora de suministrarles los víveres necesarios, de difícil consecución por la distancia al pueblo y lo intrincado del camino. Por lo que en ocasiones llegaron a verse con hambre y carencia de lo más elemental.

A pesar de tanto inconveniente, en la Cartuja de Valldemosa Chopin compuso la mayoría de sus Preludios, retocando los que ya tenía compuestos. Allí salió de su ingenio y de sus delicadas manos la Balada segunda en fa mayor OP 39; dos Polonesas en la mayor y en do menor, OP 40, así como la Mazurca en mi menor OP 41, nº 2
Su estancia en Mallorca terminó siendo un suplicio para él, con su enfermedad avanzando peligrosamente. varios médicos fueron consultados y alos que Chopin despreciaba por su poca preparación. Cuenta así los resultados de estas visitas:
"El primero dijo que me moriría, el segundo que me moría y el tercero que ya estaba muerto".
George Sand define así la estancia en la Isla:
"Nuestra estancia en la Cartuja de Valldemosa fue un suplicio para él y un tormento para mí. Dulce, jovial, delicioso en sus relaciones mundanas. Chopin enfermo era desesperante en plena intimidad. Ningun alma era más noble, más delicada, más desinteresada;
(...)¡Ay de mí!, ningun humor era más desigual, ninguna susceptibilidad más imposible de satisfacer. Y nada de esto erqa culpa suya, sino de su mal. Su espíritu estaba desollado al vivo; el pliegue de una hoja de rosa, la sombra de una mosca haciánle sangrar. Excepto yo y mis hijos, todo le era irritante bajo el cielo de España. Moríase de impaciencia de partir mucho más que de los inconvenientes de la estancia"
Únicamente permanecieron en Mallorca noventa y siete días. El 14 de febrero de 1839, a bordo de "El Mallorquín" llegaron a Barcelona para seguir viaje a París.
Dibujo de la Cartuja de Valdemosa, pintado por Bartolomé Ferra, autor del libro.


Dibujo de Valdemosa, pintado por Maurice, hijo de George Sand

Al poco tiempo de abandonar Mallorca, los amantes se separan y la escritora se dedica en exclusiva a su profesión y al amor de sus hijos. Entre sus libros destacan "Historia de Mi Vida", "Indiana", y la novela que es un clásico del estilo narrativo romántico: "Juana de la Roca"
A parte del ya citado "Invierno en Mallorca"
Retrato de George Sand, seudónimo de Aurora Dupín pintado por su gran amigo Eugene Delacroix

Catorce días antes de su muerte, escribe Chopin a su amigo Fontana:
"La única desgracia consiste en esto: que nosotros salimos del taller de un célebre Maestro, algun stradivarius "sui generis", que ya no se encuentra aquí para repararnos. Una manos inhábiles no saben extraernos sonidos que retenemos en el fondo de nosotros mismos, faltos de artífices que nos los arranquen".

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Para dar un poco de alegría a este triste final complemento con lo siguiente:

He añadido esta foto, que figura en mi avatar, porque fue tomada en Mallorca y la tengo un gran cariño, ya que precisamente posé delante del yate que nos acababa de regalar el difunto Onasis.Era de esos multimillonarios generosos, tan poco abundantes, que al enterarse que nos habíamos gastado todo el dinero destinado para la luna de miel y viendo nuestros apuros para convencer al dueño del hotel de que esperábamos un giro familiar para saldar la cuenta, sin pensarlo dos veces nos cedió su precioso yate para que en él navegáramos hasta Cádiz. Nunca olvidaré este magnífico gesto, sin pedir nada a cambio. Cuando empezaron a venir los hijos tuvimos que venderlo para comprar potitos y papillas.
Además hay otro detalle en la foto que me ha movido a elegirla para dar el rollo con mis comentarios en los blogs amigos. Estoy sentada en un Noray, lo que resulta como una premonición. Aunque está tapado con mi vestido se ven las cuerdas de amarre tendidas a él. Por entonces no tenía ni idea que ese elemento portuario, donde se amarran los barcos, se llamara así. Sin embargo, esa palabra desde hace unos años, ha pasado a ser entrañable para mí. Como Noray bauticé mi primer blog y nuestro refugio entre los montes de Guadalajara - sin cobertura internáutica - también se llama Noray.


PD/ El yate realmente era de Onasis, lo demás puede que sea uno de mis sueños. El Noray si es cierto y lo del giro familiar también. Para las féminas que quieran saber de qué color era el vestido: de cuadros rojo y azul, marino por supuesto.
Polonesa en la menor, compuesta en Mallorca


¡FELIZ FIN DE SEMANA!, OS ECHARÉ DE MENOS

8 comentarios:

AleMamá dijo...

¡Uh! tremenda entrada. Qué bonito todo, Militos.

****
Te quiero invitar a un meme que estoy comenzando acá*. Ojalá enganches. Es corto y fácil :)

ARCENDO dijo...

Hija mia, vaya post mas largo.., pero seguro que superjugoso, De momento, le he ido a hincar el diente en los vídeos, porque ya habrá tiempo de degustarlo con atención y deleite en este largo fin de semana, sin ti, ya que una vez más nos abandonas (a proposito, estoy muy triste por eso).
Bueno pues de los vídeos, he de decir que la primera en la frente, en el primer video, los del youtube, se han adelantado y te lo han quitado por no haberle pagado derechos de autor a la SGAE y a Ramoncín. ¡NO FUNCIONA!, así que haber si lo solucionas.
Bueno, no tengo más remedio que quedarme con la polonesa y con las preciosas imagenes que nos regalas, que tampoco están nada mal.
Chopin es de mis predilectos, pero seguro que tocados por tí, me gusta mucho más.
Besotes musicales.

ARCENDO dijo...

Bueno pues no era cuestión de impaciencia, no. Te aseguro que salia un mensajito en inglés diciendo que habían retirado el vídeo. Ahora que... como tu eres así, lo mismo te han hecho caso y te lo han puesto otra vez, o... a lo mejor es cosa tuya y has hecho un encantamiento de hada madrina de los tuyos, quien sabe, misterios de la vida. Bueno el caso, es que la Mazurca es preciosa; casi tanto como tú. Besotes.

Militos dijo...

Alemama, me encantaría, pero voy a estar fuera tres días, si puedo lo hago.besitos

Militos dijo...

Arcendo: ya avisé que el post sería largo. Hombre es que una luna de miel con Chopin da pa mucho. ¿No crees?
La Mazurca es preciosa, yo creo que no la había oido nunca pues siempre me iba por los Nocturnos y algun preludio que pusiste tú.
Espero que tengas paciencia para leer el post, lo he trabajado mucho.
Besitos hasta mi vuelta, que no hagas una de las tuyas este finde.

ARCENDO dijo...

Claro que sí, vengo a leerlo con amor y dedicación. Ya se ve que te lo has currado y mucho. Conocía de oidas y no de leidas, la que siempre creí, turbulenta historia con George Sand, y que este escrito tuyo parece desmentir. Aparentemente el relato, no dice nada de eso. Salvo del contraste físico entre ambos y del inicio de la enfermedad del músico y su posterior agravamiento. Sin embargo, sea por la enfermedad o no, cuando abandonan la isla, se separan.. así que pienso que a lo mejor más que amor, ... la cosa era pasional, y cuando ella vió las orejas a la enfermedad.. acabó huyendo de aquello; O.. a lo mejor, era Mallorca, la isla, la que les unía, quien sabe.
Me encanta la foto del avatar, no sabía yo que te codeabas con el magnate griego. ¿Que tal Jacquelin, era simpática?.. estoy seguro que mucho menos que tú, y de guapa.. para que vamos a hablar, a la vista está,¡bellezón!. (con permiso del green baret).
Besotes y vuelve ya... pleassssseee.

ARCENDO dijo...

Ahora, que no estás, vuelvo a entrar otra vez..., para cuidar de la casa..
Veo que está todo en orden. Eso, si demasiado vacía en tu ausencia, bueno, ya me voy.. cierro despacito, y mañana si puedo, le echaré otro vistazo y regaré tus geranios. Besitos .....

Natalia Pastor dijo...

Una entrada magnífica,Militos.
Siento devoción por Chopin,desde que mi padre me apuntó a clases de piano con diez añitos.
Y no sólo por su genialidad musical:su personalidad era absolutamente fascinante.
Un beso.