martes, 25 de agosto de 2009

MI VIDA EN LA TIERRA


¿Puede la llegada de un niño paralizar la vida de manera que todo gire a su alrededor?


Hoy se me ocurrió dar un paseo por este camino de blogs tan trillado y me ha sorprendido el parón a que he sometido este "Con Sin nada" que con tanta ilusión abrí hace casi un año. Creo que es la primera vez que lo dejo colgado, nada menos que seis días. No me extraña que María Jesús pensara que me había ahogado en el agua en la que quería vivir.


Y no, no me he ahogado, pero ¿de qué se puede escribir cuando alguien nuevo se ha adueñado de la casa? ¿Cuando el orden del universo se ciñe exclusivamente al que impone un bebé de apenas cuatro días? Lo más curioso de todo es que él no pide nada, ni siquiera te mira para ganarte a su causa, no pide y todos nos empeñamos en darle.


Esto me hace reflexionar en cómo debería ser el comportamiento de todos nosotros, los listos, los inteligentes, los maduros..., los que estamos ya de vuelta de todo, los que caminamos por la vida con la armadura puesta para que no nos hagan daño. cerrado el corazón y abierta la boca para criticarlo todo, para poner los puntos sobre las ies a todos los que andan errados por la vida. No quiero decir que haya que aplaudir todo tipo de ideas o reacciones porque eso sería colaborar al error, pero el mundo de hoy, cada uno de nosotros, deberíamos aprender del recien nacido, ser un recien nacido que lo mismo se deja mecer por la madre que por el último mono del hogar al que llega.


HUMILDAD, AMOR, ENTREGA, eso es lo que trae entre sus manitas apretadas el ser más indefenso de la humanidad.



Humildad: para no tener nada suyo, únicamente lo que le quieran dar.

Amor: que se desborda a mares hacia ti cuando le tomas en brazos.

Entrega: a todos, sin distinción alguna, pasando de brazos en brazos para arrancar una sonrisa a cada uno.


Nos pasamos la vida diciendo a los hijos: a ver cuando te haces mayor y debería ser todo lo contrario. Nos deberían decir a nosotros: "A ver cuando te haces niño y niño pequeño".


"El que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el Reino de los Cielos" Mateo, 16

6 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Militos:

Si todos conservaramos nuestro corazón de niños... ¡Cuan distinto sería el mundo!!

Abrazos.

Juliana Gómez Cordero dijo...

¡OH Militos! Que cofre lleno de ternura ha llegado a tu hogar, transportado por una multitud de Angeles, con el nacimiento de ese niño tan precioso.
Pido al Cielo que esos Ángeles lo protejan de por vida y mantengan lejos de él las perniciosas situaciones que nos acechan cuando transitamos en este mundo colmado de ellas. ¡QUE ASÍ SEA!
Besos para él, para sus padres y para su felíz abuela.

Raquel YG-I dijo...

Claro que sí, madre!. Deberíamos dar más rienda suelta a ese niño que todos llevamos dentro y disfrutar humildemente de lo que tenemos y está a nuestro alrededor, aunque sea escaso. Un besiño!

Alawen dijo...

No sé si te he dado ya la enhorabuena en otro de tus blogs, pero vaya por delante.
Con la llegada de un nuevo miembro a la familia, creo que todo se deja de lado para compartir esos preciosos primeros momentos, que luego se llevan siempre en el corazón.
Besos para tí y para él.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Dicen que un niño trae siempre un pan debajo del brazo y yo creo que además trae:
Ilusión, amor, unión matrimonial, paz interna, felicidad, alegría, luz en la familia, fuerza para el trabajo, acercamiento al Creador...
pero también hace familia y hace hogar.
Te veo feliz, querida Militos y tienes una gran razón para serlo, aparte de diecisiete razones más.
Un beso.

maria jesus dijo...

Es que no es un bebé cualquiera....Es GONZALO