Acaba ya, Señor, con los tormentos del alma, acaba ya y ven a llevarme. No resisto el tormento, no resisto la calma.
No quiero volver, no quiero parar, quiero dejarlo todo y caminar hasta ver un final. El cansancio me ahoga, el hastío me asfixia, dando tumbos estoy, sin atreverme a levantar mi vista, no me importan las piedras, el roce amargo de la espesura, sólo quiero llegar y llegaré, aunque tenga el viento en contra. Iré tirando por los caminos todo lo que me estorba, avanzaré descalza, me enredaré en las zarzas, el polvo ahogará mi garganta, ya no habrá estrellas ni Luna que me distraiga, todo será camino, un camino largo que nunca acaba.
Ven, Señor, acaba ya con el tormento de mi alma.
3 comentarios:
Me encanta esa alusión musical al país de OZ, pero... este post me pareció algo tristón...
Te quiero mucho y por eso te quiero ver animada, alegre y dispuesta por eso entro aquí para desearte un buen día, lleno de luces y colores de la mano suave, dulce y amorosa de JESÚS Y de MARÍA
BESIÑOS DE LUCES.
Militos, qué bien sabes describir sensaciones, yo también me siento así a veces y no hay más remedio que seguir. Un besazo, que tengas un buen día de reyes con tu familia.
Es una súplica, sin lugar a dudas.
Pero sin poder saber que es lo que te ahoga en sufrimiento, no sé qué decir.
Solamente puedo enviarte simbólicamente un fuerte abrazo desde Alemania. Tu entrada me ha conmovido.
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