lunes, 8 de marzo de 2010

TORMENTA


A veces es bueno que la tormenta descargue perfecta, aunque los rayos caigan todos sobre ti, te queme hasta el tuétano la electricidad, por años contenida en miles de nubarrones amenazantes.

Es bueno, aunque derrumbe el paisaje idílico, aunque lo construído con tanto esfuerzo se tambalee y temas un desenlace fatal. Nada importa si, después del ruído, se abren los cielos a la lluvia, aguantar el chaparrón es mi deleite, todo lo limpia, todo lo sana, todo lo reverdece.

De aguantar mi alma se hizo fuerte y mi cuerpo se mantuvo en pie. Hoy los cimientos no son los mismos, el paraguas cobijante está demasiado resquebrajado, pero aún puede cobijarme y cobijar al que quiera resguardarse a mi lado y bajo él. No voy a rechazar a nadie, ni siquiera al que tronó primero. Aquí aguardo, paraguas abierto, a la espera de que alguien llegue.


Sólo pido, Dios, que el chaparrón comience ya y que no escampe hasta que todo lo haya empapado, a fondo, una vez más.



5 comentarios:

maria jesus dijo...

¿Puedo yo?

ARCENDO dijo...

Mili, querida YA ESTOY AQUÍ.
Pero cierra el paraguas y VAMOS A EMPAPARNOS JUNTOS DE LA FRESCA Y VIVIFICANTE GRACIA DEL AMOR DE DIOS.
Que nos cale bien dentro y que nos ayude a salpicar a los demás a través de nuestros blogs.
BESIÑOS MOJADOS.

Militos dijo...

Querida Mª Jesús, yo te cobijaría de mil amores, pero ya ves lo que nos dice Arcendo, que cierre el paraguas y nos empapemos de la Gracia de Dios.
Vale pues, empapémonos juntos los tres.
Un beso con mi cariño.

Militos dijo...

Querido Lohengrin: has llegado justo a tiempo de aguantar el chaparrón que si es como dices, bendita Gracia de Dios que nos inunde. Hay mucho que salpicar, empezando por los más cercanos.

Gracias, tu fortañeza ayuda mucho.

Besiños muchos, pasados por agua.

Fran dijo...

Militos, eres un ejemplo de fortaleza, un sol, da igual lo que llueva.
Pero que no llueva más, por Dios no reces para que llueva.