DÉJAME BAILAR UN VALS

Déjame hoy, sólo por hoy, mostrarme sentimental, quiero apartar todo pensamiento que lo impida, dar rienda suelta a esto que me baila en el pecho. Compréndeme o no, pero déjame creer que las estrellas no están tan lejos, que pueden tintinear en mi corazón, que la Luna esta noche se asoma a mi ventana para abrir la puerta de mi esencia más sensible. Siento deseos de volar al infinito, de sumergirme en las aguas airadas y abrazarlas sin que  resbalen entre mis manos, sé que puedo calmarlas, que ellas me esperan para unirse a mi y humedecer esta vida en ocasiones tan seca.


No me quejo de nada, nunca lo hice y nunca lo haré, pero, en esta hora del anochecer, déjame soltar las cadenas del deber diario, de los compromisos, déjame ser yo misma, revestirme de mar y poesía, no te pido que me acompañes en esta danza, no tienes que hacerme feliz, sólo dejarme serlo..., a mi modo, sin pedir nada a cambio, sin involucrar a nadie. Está sonando un violín que desgrana las notas de mi ansiedad, necesito vivirlo, danzar un vals interminable, en cada vuelta despojarme del lastre acumulado en mi largo caminar. las cuerdas ya no lloran, dan alas a mi corazón por tiempo encorsetado al quehacer diario.
Está sonando un violín ... que desliza mis pies en vueltas y vueltas que desenroscan tanta trama acumulada, tanto follaje almacenado sin saber a ciencia cierta su porqué. La noche se ha hecho mía, las estrellas tejieron para mí  tules de ilusión celeste, ellos me enlazan al brazo que me lleva, que me desliza, nota a nota sobre las aguas de un mar tranquilo con el que siempre soñé.


Déjame, te lo ruego, dar rienda suelta esta noche a mis sentimientos  más recónditos, a los que siempre he llevado conmigo en silencio, sin hacer ruído , en el fondo de los mares que tú no ves, nunca los muestro y son la base de mi ser más profundo.     

Esta noche de calma ha sido posible,  al fin lo logré..., gracias por dejarme, mi corazón y yo hemos danzado, sobre las cuerdas de un violín, el Vals Sentimental de Tchaicovski. Lo repetiré una y otra vez, hasta que caiga rendida de amor.
Mañana, si existe el mañana volveré a la brecha