domingo, 16 de diciembre de 2012

ANGELILLA, DESCANSA EN PAZ

 
 
 
 
 
 
 
Hoy he recibido una noticia triste y alegre, triste porque se me fue una hermana, no de sangre, pero si de filiación. Angelilla era, es, una querida hija de la Prelatura Opus Dei. LLevábamos años ya en el mismo grupo y su ausencia va a ser muy triste para mí,  para todas. Su risa alegre y grande por todo, animaba a cuantos estaban a su lado, su alegría a pesar de los pesares, contagiaba al más triste. No la dedico estos piropos porque ya no esté, sino porque verla llegar era olvidarse de cualquier pena. Y cómo rezaba por todo y por todas; últimamente me contaron, como al comentarla alguien lo mucho que había que rezar por tantas personas, ella confesó que ya no podía nombrarlas una por una y que había hecho un lote y le decía al Señor que Él sabía quien era cada una.
 
¡¡Ay Angelilla!! sabiendo que estás en ese Cielo tan merecido, cómo ya te añoro, tu risa, tu alegría, tus oraciones se han ido contigo a alegrar a Dios a María, a Jesús esta Navidad y a tantos bienaventurados que aguardaban tu llegada; yo te voy a echar mucho de menos, sólo me consuela saber que no olvidarás lo mucho que te necesitamos, lo mucho que necesito tus oraciones, ahora más que nunca.
 
 
Hoy he recibido una alegre noticia, Angelilla ha muerto y todo su padecer se ha ido con ella. LLevaba alrededor de un año encerrada en casa, sin poder ni siquiera asistir a Misa, pero el Señor la visitaba en su hogar, Angelilla era soltera, sólo tenía un hermano sacerdote que por su sacerdocio vivía en otro país. Angelilla con su máscara de Oxigeno aguardaba cada día a que sus hermanas de la Obra la visitaran. De una en una, decía, porque así os veo más, el día se hace menos largo. No podía ni abrir la puerta de su casa y para entrar a visitarla tenías que pedir la llave en una tienda al lado de donde ella vivía y poco a poco moría. Angelilla no perdió la alegría ni un sólo momento de su enfermedad, aunque le costaba reir por la mascarilla.
 
Se fue sin notar y tengo que estar triste por su marcha porque ya no puedo estar con ella, ni escuchar sus risas grandes y tengo que estar alegre   porque para ella pasó el tiempo de la prueba.
 
Si no creyera en el cielo, en la Vida Nueva, hoy, a pesar de mis lágrimas, tenía que creer porque Angelilla ha tenido que entrar por la puerta grande a esa morada que Jesús ya tenía  preparada para ella. Jesús vino a buscarla, llegó a su casa sin tener que pedir la llave a nadie, la besó y se la llevó.
 
DESCANSA EN PAZ ANGELILLA, NO DEJES DE ESCUCHAR MIS ENCARGOS,
 
 ESOS QUE YA EMPIEZO A ENCOMENDARTE.
 
NECESITO TU AYUDA 

4 comentarios:

Rosa dijo...

¡Ay, Militos! ¡qué buena eres! ¡cuánto te quiero!

Te acompaño.

Un beso grande, grande, como una montaña, más, más...

Militos dijo...

Querida Rosa, la que era buena de verdad era mi hermana Angelilla, no te lo puedes figurar.
Muchas gracias por tus palabras, ha sido duro porque no lo esperábamos, estaba como siempre.

Un beso enorme

Boss dijo...

Pues nada, la envidio, ella ya estará con el Señor, y este que suscribe sigue caminando por el filo de la navaja ¿cielo, infierno, o porgatorio? no sé.
Cuando veo a gente que se ve muy claro que van con el Señor, envidia. (de la buena).
Sigue orando por ella no obstante, eso sí pídele que interceda por tí.
Ánimo Militos!

ARCENDO dijo...

¡A rezar por ella!, y ella por nosotros, que por lo que cuentas, ya tenemos una nueva aliada con el PADRE. Besiños de eternidad.