viernes, 10 de agosto de 2012

REFÚGIAME

REFUGIAME



Refugiame, Señor, de esta pena, esta desgana, este arrastrar la vida...
Todo permanece hermoso a mi alrededor y esa herida honda me aleja de todo.
Ya no tengo mirada para la belleza, para ver el sol que dora los trigales, la luna que blanquea la noche oscura, las estrellas que iluminan los cielos, el amor que hermosea los corazones apagados...

Señor, ni siquiera pido que cierres esta herida, quiero vivir con ella el resto de mis días. Refúgiame, Señor, de todo el mal que en mi anida, refúgiame, no me cures, nunca me quites el dolor de esta herida, quede siempre abierta, sin solución de continuidad, abierta y en tí siempre refugiada.

¡Oh Dios, dador de todos los dones, refúgiame!

REFUGIAME


1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo, gracias, que bueno es refugiarse en el Señor.