sábado, 7 de mayo de 2011

ANÉCDOTA DE JUAN PABLO II



Seguramente ya conocéis esta anécdota de Juan Pablo II, pero a mi me ha emocionado mucho


EL MENDIGO QUE CONFESÓ A JUAN PABLO II

Un sacerdote de la diócesis de Nueva York cuando se encontraba en una parroquia de Roma, se encontró con un mendigo y después de observarlo se dió cuenta de que le conocía. Era un compañero del seminario, ordenado de sacerdote el mismo día que él. Ahora mendigaba por las calles. Al reconocerle, él mendigo, le contó cómo había perdido su fe y su vocación.  

Al día siguiente, el sacerdote, asistió a la Misa privada del Papa. Todos los asistentes, al final de la Misa se acercan a saludar al Santo Padre y, en un impulso, el sacerdote, se arrodilla ante Él y le suplica que rece por su antiguo compañero de seminario, contándole brevemente su triste situación.

Un día más tarde recibe la invitación del Papa para cenar con él, rogándole que fuera acompañado del mendigo de la parroquia. Logró convencerle y le llevó al lugar donde se hospedaba para prestarle un traje y conseguir que se aseara. Así cenó con el Pontífice... Al terminar, rogó al sacerdote que les dejara solos. En ese momento Juan Pablo II pide al mendigo que le escuche en confesión. El hombre, tremendamente impresionado, le dice que ya no es sacerdote, pero el Papa le contesta:   

"Una vez sacerdote, sacerdote siempre"
"Pero estoy fuera de mis facultades de presbítero," respondió el mendigo.
Contesta el papa:
"Yo soy el obispo de Roma y me puedo encargar de eso"

El hombre escuchó emocionado la confesión del Santo Padre y llorando  pidió  al Vicario de Cristo que escuchara su propia confesión. Después de confiarle toda la podredumbre de su vida pasada y de ser perdonados sus pecados, arrepentido lloró amargamente.
El Papa.le pregunta en qué parroquia había estado mendigando y le designa asistente del Párroco de la misma y encargado de los mendigos.

Esta anécdota es una de las muchas muestras de la santidad y sabiduria del nuevo beato
Juan Pablo II. 

6 comentarios:

Marisol Cragg de Mark dijo...

Siempre es bueno dar una oportunidad. Mereció la pena, sin lugar a dudas.
Cordiales saludos.

Julio dijo...

Como siempre..¡ sigues emocionándome ! Un fuerte abrazo Militos

Aprendiz dijo...

Vaya, qué bonito!!

Un besazo!!

Marycarmen dijo...

Una anécdota que no conocía, yu maravillosamente hermosa.

Gracias por cmpartirla.

En otro orden:


Dejo mi Huella
Paso a dejar un saludo
colmado de sonrisas
con perfume a rosas,
y con sabor a ayeres
en una calma de paz
y cultivo en ceremonia
sigilosa y sacra
la amistad verdadera.

Paso a dejar mi huella
una vez mas en tantas
con la misma intensidad
de mis humildes decires
a puro sentir sentir
con mi alma en la mano
perfumados con rosas
cosechadas con sentires.

E invito a pasar por mis blogs y retirar los premios y regalos dejados en ellos.
En esta oportunidad pasar por:

www.panconsusurros.blogspot.com

y de ahí seguir al blog que se menciona y así sucesivamente porque los nuevos posts están relacionados, al ir a cada uno retiren lo dejado.
Abrazos y cariños les espera en este paseo.
Un cariño enorme y mi paz dejo
Marita García

Mento dijo...

No conocia esta anecdota, me quedo sin palabras. Sabemos muchas cosas, pero más ignoramos, Gracias a Dios, nos tenemos unos a otros.
Un abrazo.

Martha bernal dijo...

Que hermosa anecdota, no la habia escuchado, la copiare para enviarla. Un saludo Martha.