LIMPIEZA DE CAJONES

Hoy me he encontrado estos papeles que ni puedo recordar la cantidad de años que llevan guardados. Este dibujo de la niña con su padre lo hizo mi hija Begoña para un sencillo verso que le dediqué a mi padre cuando aún vivía. Era un recuerdo por todos aquellos desfiles militares a los que siempre me llevaba de su mano.

GRACIAS PADRE, por aquellos años
primeros de mi infancia;
cuando en nosotros volcabas
tus frustadas ansias.

Gracias por llenarlos

de marchas, uniformes y esperanzas,

de fervor militar y colmarlos

de amor a la Patria.

Cuando mis ojos al pasado alzo,

el sol dorado quema la explanada

y niña otra vez, estoy mirando,

hirviente y fervorosa la calzada;

alerta y clamorosa, reflejando

la entrega aquella y servicio a España

de los carros y tropas desfilando,

bajo el mando y disciplina

del hombre que, soldado y general,

de pie, saludaba en la tribuna.

Ante nosotros, una enseña

¡mira padre!, otra vez pasa.

Que rojo y gualda me afirmaste

únicos colores de mi Patria.

y, en el recuerdo, tu mano aprieto,

dulce y amarga, la roza una lágrima.

Si un día niña ya la amé,

morir quisiera por honrarla

hoy que tan sólo soy mujer.

Y esta es una tarjeta de Navidad pintada, creo que también por Begoña cuando era una cría

¿A que es más bonito que el árbol de Agata?