Esta tarjeta, elaborada por unas religiosas contemplativas, es la que me envía nuestra querida amiga Desire. Por eso decíamos que las manos De las que contemplan a Dios en medio de su trabajo, son realmente delicadas y tiernas. Para acompañarla dejamos un poema, también tierno y delicado, de José María Pemán que me llegó hoy en un correo de Icue.
Yo tenía...tanta rosa de alegría,
tanto lirio de pasión
que entre mano y corazón
el Niño no me cabía...
Dejé la rosa primero,
con una mano vacía
-noche clara y alba fría-
me eché a andar por el sendero.
Dejé los lirios después,
libre de mentiras bellas,
me eché a andar tras las estrellas,
con sangre y nieve en los pies.
Y en aquella alegría,
pero con otra ilusión,
llena la mano y vacía,
cómo jesús me cabía
-¡y cómo me sonreía!-
entre mano y corazón.
José maría Pemán
3 comentarios:
Que bella poesia Militos.
Ojala te llegue pronto lo que te envie por correo convencional...
Un beso
Querida Desire: hay que ver lo mal que anda el correo. La mía tampoco te habrá llegado. Esperemos que las dos lo hagan pronto. Besitos
Militos, gracias por tu felicitación en mi blog.
Yo también te deseo una Feliz y Santa Navidad, rodeada de tus seres queridos y que la noche del 24, nazca Jesús en vuestros corazones.
Un abrazo fuerte
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