¿Qué te ocurre? ¿Por qué no te quitas la careta gris ni para mirarme? ¿No te das cuenta que llevo tres días aguardando tu caricia? Vine ilusionada por verme rodeada de tu caudal de azules y me encuentro con tu plagio del cielo en gris plomizo. Nunca debí hacerme ilusiones contigo y no puedo culpar a nadie fuera de mí. Es verdad que te necesitaba, pero siempre mis necesidades han sido respuesta a la necesidad de otro. Por eso pensé que era preciso llegar hasta aquí para satisfacer mi ansia de tí porque también tú la tenías de mí.
Puede que esté equivocada y, con ese tono gris que nubla el panorama, quieras decirme algo. En vez de preguntarte con delicadeza la causa de tu olvido de azules, que tanto te favorece y tanto me atrae...no se me ocurre otra cosa que culparte de incomprensión hacia mí. ¡Perdóname amigo! nunca atino con los que quiero querer. He sido yo la que no estuvo atenta a tu lamento. Me llamaste, me querías a tu lado para que viera tu tristeza, para que comprobara que también tú, en tu inmensidad albergas bajones de ánimo. Por eso el traje gris, por eso llevo tres días sin descubrir otras luces en tu apariencia. A la espera estabas de que dejase de pensar en tus caricias y supiera darte las mías, pero son tan pequeños mis brazos, mis manos, mis labios para abarcarte, para acariciarte del todo. Me siento como la bella en brazos de King Kong.
Al fin te he entendido, tenía que venir para animarte, para entonarte. Sé que no puedes cambiar de la noche a la mañana y mañana han dicho que llorarás. Tendré paciencia, no me iré, aguardaré a que tu apagamiento desaparezca poco a poco, sin importunarte, sentada a tu vera, Mediterráneo glamuroso que me enamoraste ya de crecida. ¿Ves? ya te veo reaccionar, has pedido al Cielo que retumbe, que grite por tí. Ya truena y centellea antes de llorar contigo.
Ya eres libre, eres la libertad. ¿Sabías que la libertad es azul? lo escuché de un poeta que también te ama. Está bien eso de poner colores a los grandes dones de Dios. La libertad es azul y tu color es ese, aunque hoy y mañana quieras mantenerte gris, luego, después, serás para mí otra vez azul.
Puede que esté equivocada y, con ese tono gris que nubla el panorama, quieras decirme algo. En vez de preguntarte con delicadeza la causa de tu olvido de azules, que tanto te favorece y tanto me atrae...no se me ocurre otra cosa que culparte de incomprensión hacia mí. ¡Perdóname amigo! nunca atino con los que quiero querer. He sido yo la que no estuvo atenta a tu lamento. Me llamaste, me querías a tu lado para que viera tu tristeza, para que comprobara que también tú, en tu inmensidad albergas bajones de ánimo. Por eso el traje gris, por eso llevo tres días sin descubrir otras luces en tu apariencia. A la espera estabas de que dejase de pensar en tus caricias y supiera darte las mías, pero son tan pequeños mis brazos, mis manos, mis labios para abarcarte, para acariciarte del todo. Me siento como la bella en brazos de King Kong.
Al fin te he entendido, tenía que venir para animarte, para entonarte. Sé que no puedes cambiar de la noche a la mañana y mañana han dicho que llorarás. Tendré paciencia, no me iré, aguardaré a que tu apagamiento desaparezca poco a poco, sin importunarte, sentada a tu vera, Mediterráneo glamuroso que me enamoraste ya de crecida. ¿Ves? ya te veo reaccionar, has pedido al Cielo que retumbe, que grite por tí. Ya truena y centellea antes de llorar contigo.
Ya eres libre, eres la libertad. ¿Sabías que la libertad es azul? lo escuché de un poeta que también te ama. Está bien eso de poner colores a los grandes dones de Dios. La libertad es azul y tu color es ese, aunque hoy y mañana quieras mantenerte gris, luego, después, serás para mí otra vez azul.
4 comentarios:
No es gris, mi querida amiga,
míralo con fantasía
y verás como se torna
presto la noche en día.
Verás la lluvia y el trueno
como en perfecta armonía
componen con tu tristeza
una bella sinfonía
Deja navegar tu mente
en cubierta de saetía,
notarás como tu pena
se convierte en alegría.
Un beso marino.
Qué bonito Terly: ¿lo has hecho ahora? me encanta. La cosa es que los tres primeros días en San juán estuvo todo gris y desapacible y yo con la desilusión... Y encima con el portátil roto.Pero ahora está espléndido.
Un beso y muchas gracias
Estoy con Terly, lo que parece gris... no lo es, nunca lo fue. Tras ese falso espejismo, está un azul precioso y radiante. Esperanza, ilusión y optimismo, lo transforman todo. Besos azules.
Y, ya que mencionas la Libertad, quiero evocarla un poco pero, no la libertad de los pueblos y las gentes para poder hacerse a andar, no!, quiero evocar a la libertad de uno mismo para poder expresarse y manifestarse en el sentido de decir lo que uno quiera, intentar comunicar algo, sin prejuicio de ser interpretado de un modo erróneo o simplemente, juzgado...
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