ANIVERSARIO

CUMPLEMESES
Gonzalito cumple su segundo mes de vida y ya me he perdido el acontecimiento más grande de ella. Hace tiempo que fue bautizado, en Cádiz claro, y su abuela retenida en Madrid por los imponderables, que no son unos señores odiosos que imponen su voluntad con malas artes. ¡Qué va! son las cosas de la vida que nos ocurren a ti y a mi. Supongo que cuando este precioso bebé, que tuve en mis brazos en las primeras horas de su vida, sea mayor y contemple las fotos de su bautizo, que por cierto, aún no me han llegado porque con esa manía de ahora de hacer videos, resulta que las fotos tienen que esperar a que el video se monte, pues digo que cuando Gonzalo sea mayor y se dé cuenta de que su abuela materna no estaba en el Bautizo, se va a extrañar y me va a coger manía. Es que lo estoy viendo con anticipación.
¿No me digáis que no tiene ya la cara de que me la está guardando?

Que no, mi vida, que la culpa no fue mía que yo no quería faltar a tu cristianización, pero tampoco deseaba que se alargase la fecha de tu entrada en la Iglesia Santa por culpa de mis imponderables y dije que adelante, que no me esperaran, que yo era feliz sabiendo que el agua y el Espíritu ya descendían sobre tu cabecita querida.

¿Tú me escuchas, Gonzalo? No son excusas son mis verdaderos sentimientos. nunca he sido partidaria de que se retrasen los bautizos de los niños porque tiene que llegar fulanito o menganita. nada aunque sea alguien tan importante como la abuela. El Bautismo no es un acontecimiento social, es algo tan grande como tu primer encuentro con Dios, que se te borre el Pecado Original, que tú comiences a ser hijo de Dios e hijo de la Iglesia. ¿Cómo iba yo a ser la causa de que te retrasaran ese momento?

Ya empiezo a creer que me vas entendiendo. Si es que tienes una cara de listo que salta a la vista. Estoy contenta y te prometo que en cuanto los imponderables desaparezcan de mi vida iré corriendo a tu lado, creo que antes de un mes, si las cosas siguen su curso normal, que por ahora van estupendamente, podré achucharte y besuquearte a mi gusto.

Así me gusta que te quedes tranquilito porque sabes que no me olvido de ti y antes de que cumplas los tres meses estaré contigo.

Y ahora, después del baño, ese que ya no puedo darte yo, ¿te acuerdas lo bien que lo pasábamos los dos?, a dormir tranquilito. Y vete ya aprendiendo tus oraciones, que no se te olviden:

"Angel de mi guarda, dulce compañía, no me dejes solo de noche ni de día".

"Jesusito de mi vida, Tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón."

Yo también me voy a dormir para soñar contigo.