Yo quisiera, Madre mía, adivinar cómo se clavaría tu mirada en la de tu Hijo. ¿Cómo le contemplarías clavado en esa Cruz y atormentado?. Sin palabras, ni de consuelo ni de dolor. Mirar sólo mirarle, darle tu vida en esa mirada, de la misma forma que un día se la diste en tus entrañas.
Y Él, Madre Dolorosa, no podría ni bajar los ojos hacia tí. Sufriendo por su dolor y sufriendo por el dolor, físico y moral, que involuntariamente te estaba ocasionando. Sus ojos cerrados, apagados...No tuvo más remedio que abrirlos para aquella entrega de tu maternidad al discípulo amado, a Juán. Y en él a toda la humanidad, a tí si me lees y a mí que hoy no puedo pensar en otra cosa que no sea aquella mirada de Madre dolorida.
¡Qué cruce de miradas, Madre. Poco antes, sus ojos te encontraron en el camino del Calvario, en su caída con la Cruz sobre sus hombros, caída a tus pies pidiendo perdón por el desgarre que te producía.
Él sabía, desde aquella altura de la Cruz, como atravesaría tu corazón, nido de amor, con la misma lanza con que fue su costado atravesado. Lo sabía y de sus labios agrietados no salió otra palabra que la de :"Ahí tienes a tu hijo".
Y tu hijo soy yo y su hijo eres tú.
Madre Dolorosa, en estos días de pasión y muerte, por los siglos repetida, yo que sé lo que es el dolor de madre, mil veces peor que el propio dolor, vengo a que me mires, vengo a pedirte perdón por el dolor que, crucificando a Jesús, a nuestro Rey, a ti hemos ocasionado.
Perdón Madre, perdón por tu dolor de Madre
Stabat Mater__ Vivaldi
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2 comentarios:
Anonadado, extasiado,, QUE MARAVILLA de POST...y que "Stabat", más apropiado, FELICIDADES.., MAESTRA DE SEGUIDORES,...MAESTRA DE TODO... HERMANITA MAYOR.... GUAPA.
Que la Madre te guie, y Dios te bendiga. BESOSSSSSSS.
Gracias Arcendo, pero anonadada y extasiada contemplo yo su dolor de Madre.
Un beso y que Dios te guarde
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