MANTO DE ESTRELLAS

Necesito un manto de estrellas. Un manto que me envuelva toda que cubra mi vida de noche a la mañana, que su luz no me deslumbre, que sólo chispeen, iluminen mis días y mis madrugadas. Levanten mis ojos y vea su fulgor. Anulen la obscuridad de mis alrededores. Acaben las tinieblas bajo sus parpadeos. Me llamen, me rían, me sonrían, me pidan y canten dulces canciones, arropadas nanas, me devuelvan el calor del seno materno. Que todo empiece de nuevo, sentirme pequeña, amparada, querida, acunada en los brazos que hace tanto tiempo se fueron de mi vida.

Necesito un manto de estrellas que dé luz a mis sueños, que me lleve, me envuelva, traiga la brisa de mares desconocidos, no navegados, de lunas lejanas, de islas desiertas y volcanes encendidos de ardiente lava.

Necesito el peligro que despierte mi alma, me haga volver a aquellas aventuras alocadas, arriesgadas. Volver a vivir con riesgo, con soltura, con miedos, con temores. Volver al sobresalto, a la inquietud, a la vida. Dar el salto a lo desconocido, a no saber lo que me aguarda detras del muro que he de escalar. que quiera escalarlo, sin cálculos, sin garantias, de un solo salto.

Necesito un manto de estrellas que alimente mi sueño apagado, varado en la orilla. Que pinte de azul, de colores cálidos. Un manto de estrellas que torne sueño lo que me rodea.

¿Quieres ser tú mi manto de estrellas?