¿Sabes?: Hoy me siento nostálgica, dentro de nada volveremos a la rutina... Otra vez a leer los posts diarios de los compañeros, a contestar comentarios, a escribir, a asimilar noticias desagradables, a comentarlas...
El día no ha podido portarse mejor conmigo, en realidad toda la Navidad ha sido estupenda y sorpresivamente me dió tiempo a todo lo que tenía que hacer, como si dijéramos "a nadar y guardar la ropa". Y ¡mira que he nadado! Pero bueno, ¡si hasta pude confesar a su tiempo!. Está claro que cuántas más cosas te caen encima más lento anda el reloj. La verdad es que ese pequeño truco que me enseñaron hace tiempo me da unos resultados fantásticos. ¿Lo cuento o será una indiscrección? Vale, no quiero ser egoista y si a mí me funciona bien ¿por qué no lo voy a transmitir?
Mi truco para llegar a todo: "Santa María detén tu día". Es como un santo y seña que cuando más agobiada estás lo repites, la máquina del tiempo se detiene y puedes realizar tus múltiples trabajos materiales y espirituales con más tranquilidad. Con prisa sí, pero con sosiego.
¿Entonces por qué esa nostalgia?
Te explico: La Navidad, que está a punto de terminar, puede tener distintos sentidos para las personas. El principal, el que en exclusiva debería tener, es el que no cumplimos y tendría que ponernos en pie de marcha a todos los cristianos. El nace, cada venticinco de diciembre, para cada uno. No puede haber un día más grande para nosotros, comienza nuestra Redención. Es como si dentro de nuestro ser concibiéramos a Jesús como María lo concibió. Merece la pena pararse a pensar en ello porque la forma en que Nuestra Madre concibió al hermano mayor fue obra del Espíritu Santo y ese mismo Espíritu es el que lo deposita en nuestro interior en gracia.
¿Y qué hizo María con su Hijo? No se apropio de El, no lo guardó para sí, no fue una madre posesiva... le dejó ir cuando llegó la hora de entregarlo al mundo. La Virgen concibió y tuvo su hijo para darlo a los demás, empezó con los pastores, con los Reyes después y más tarde a nosotros que no le conocíamos. De noche, como siempre, estuve dando vueltas a esta idea y he llegado a la conclusión, no por mi cuenta por supuesto, sino por esa lucecita que Alguién desde lo alto de vez en cuando le da al interruptor y te la enciende desde allí. Como si fuera uno de esos mandos electrónicos que abren garajes a distancia e incluso ponen en marcha los radiadores para que, cuando llegues a tu casa, la encuentres ya caldeada. Así mismo, hoy el Amo de la luz encendió mi apagada lucidez y lo entendí de golpe. Ese jesús que acaba de nacer en mí y en cada cristiano no ha venido a mi ser para que yo me lo quede, para ser posesiva con El, ha venido para que lo lleve a los que no lo tienen, a los que no le conocen porque no han tenido, como yo, ese privilegio; También para los que le conocieron en su día y las telarañas del olvido y el pecado se lo está ocultando.
No sé todavía cómo me las voy a arreglar para dárlo a los demás, sin embargo, tengo que hacerlo por encima de todo. Y lo más maravilloso es que a cuantas más personas se lo entregue, más mío será el Hijo de Dios. Es un misterio y es una realidad.
El momento de esa entrega es acuciante, el mundo lo está pidiendo a gritos y como no sabe hacerlo con palabras lo está exigiendo con actos crueles y desalmados. Habría que encontrar la forma de llegar a ellos. A cada uno que sorprendiéramos a punto de hacer el mal, hablarle nosotros con las palabras de Cristo:
_ ¡Para!, no grites más con ese crimen que vas a cometer que ya te hemos entendido. Lo que estás pidiendo lo tengo yo:
_Toma, es tan tuyo como mío, toma al que vino a buscar a los pecadores. Al que vino a buscarme a mí que soy tan pecador cómo tú, pero tuve la inmensa suerte de que me buscó antes, desconozco la razón. Lo hizo porque quiso y soy tan desagradecida que no he sabido traértelo antes.
Puede que no esté en lo cierto, pero el mundo se está animalizando y la única causa que descubro es esta ausencia de Cristo en los hombres. Ausencia de la que los cristianos, uno a uno, también somos responsables.
¡Señora, Madre de Jesús y Madre nuestra, acabamos de empezar un nuevo año, haz Tú que sea el definitivo. Enséñanos Madre purísima, Omnipotencia Suplicante a seguir tu ejemplo. Mueve a cada uno de tus hijos a desprendernos de ese Cristo que nos has dado, no para guardarlo calentito en nuestro corazón, ni siquiera para calentarle a Él. La única forma de que tu hijo no sienta frío es la de llevarlo, uno por uno, a todos los hombres. Sólo de esta manera se acabará el mal y reinará el bien a nuestro alrededor.
Y sólo así el 2009, será un año feliz
9 comentarios:
Felices Reyes.......Magos claro.
Como siempre un placer ver tus publicaciones.
Buen truco.
"Cristo nace para calmar nuestras cargas, dia a dia, pero nace si lo concebimos usando como placenta nuestro pecador corazón".
Un saludo, tu incondicional lector.
Javian.
Javian: veo que lo has entendido a la perfección. Muchas gracias y felices Reyes magos, por supuesto que de los otros ya estamos hartos. Un beso
Todo tu post de hoy es un lamento por lo que deberíamos hacer y no hacemos y al mismo tiempo una oración pidiendo ayuda a la Madre de Jesús. Pues que ella te escuche
y nos oriente a seguir su ejemplo.
Un beso.
yo tengo tanto que aprender, militos, meto tanto la pata, puf, si yo te contara
un beso
Me alegro mucho de que hayas pasado una buena Navidad. Poco me queda que comentar de tu gran post, esta todo dicho. Un abrazo.
NI hablar MIlitos tu siempre llamandonos a un parate y reflexiona con tus post.
Saludos
Dar a Jesús siguiendo a María. Qué buen propósito para el nuevo año.
Cuanto me ha gustado...!! ahora seguiré tu consejo: "Santa María detén tu día" el mayor agradecido será mi mente y mi corazón!
Gracias Militos por tu post... un abrazo!!!
Hola Militos:
Ya estoy de vuelta de estas mini vacaciones y dispuesto a intentar darlo todo. Yo soy de los que el final de la navidad me produce cierta nostalgia, pero intentaré que esto pase pronto.
De momento intentaré seguir tu consejo para ver si me da tiempo a todo.
Un fuerte abrazo
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