Oye, noche, no pases de largo, ven aquí que ya hace unos cuántos post que no hablamos tú y yo. ¿Por cierto te gustó aquella película?: Tu y Yo, de Gary Grand y Deborah kerr. Es otra de las películas de mi vida y recuerdo exactamente cuando fui a verla, recién estrenada en la Gran Vía.
Seguro que eras una cría.
Estás equivocada ya era universitaria y fui al cine con tres compañeros, una era chica. Estuve tan entregada al amor de la pantalla que no me di cuenta de que el que tenía a mi lado no estaba viendo la pelicúla. Yo en la inopia. ¡Qué bonita!, dije al salir y los ojos de aquel me parecieron muy distintos de los que llevaba puestos al entrar en el cine. Se hizo inseparable, eso que ya estaba enterado de que tenía novio, como todos los demás. Ya sabes cómo eran los chicos de antes, no sé ahora, a lo mejor pasa igual, el caso es que bastaba que tuvieras novio para tenerlos a todos al retortero. La explicación que yo doy a ese fenómeno sociológico, es que así se podían permitir el lujo de enamorarse de tí o simplemente encandilarse porque no existía el riesgo de encadenarse , puesto que la interesada ya lo estaba de por vida, de esa manera antigua de los noviazgos de antaño.
Pero yo no quería hablar de cine ni de recuerdos.
Entonces ¿de qué?.
De lo que vaya saliendo. Hay nubes, ya no está la luna. ¿Sabes que al final pude retratarla desde la cocina de mi casa?. No es igual que en el campo o la playa, ni en el concierto, pero quizá parece más real, más de andar por casa. Otro día te la enseñaré. Es de agradecer que se te meta por la ventana de la cocina como diciendo: ¿Ves, aquí también estoy?
Ah!, ya, como aquello de tu patrona bloguera que decía algo así como que Dios también estaba entre los pucheros.
¿Sabes que te digo?, que no estás dotada para los simil. ¿Cómo vas a igualar a la luna con el Creador de ella?
Mujer es un ejemplo.
A veces me parece que pierdo el tiempo con estas charlas nuestras. ¿Tu aprendes algo?
Yo no, pero a lomejor eres tú la que tiene que aprender de mí.
De acuerdo, ¿qué puedes enseñarme hoy?, sabes que me gusta estar abierta a todo conocimiento. No me canso de aprender.
Pues aprende de mí que en mi manto, que a primera vista puede parecer obscuro y tétrico, llevo miles de millones de luces que no deslumbran simplemente iluminan. A su luz observo muchas cosas, buenas y malas, y mi prudencia me dice que espere, que no intervenga, que lo que parece irrevocable, los minutos, las horas se encargarán de poner en su sitio. Mi misión es la de dar calma, la de traer el sueño a todos los quebraderos de cabeza. Almacenar en mi manto, que a veces se rasga con lo insuperable, una y mil oportunidades de rehacer lo deshecho.
No acabo de creérlo. Todo el mundo sabe que hay mucho dolor en la noche y situaciones que se desgarran para siempre bajo tu manto.
Tu equivocación es enorme, lo que se desgarra en mi obscuridad luminosa es lo que de ninguna manera tendría solución, ni a la luz del día, ni en la consulta de un psiquiatra.
Explicame esa teoría tuya tan original.
Acercate a la ventana. ¿Tú ves ese padre que se acerca a la cama de su hijo?.
Sí ya, que le está arropando como cualquier padre cuidadoso. ¿No te parece el niño un poco mayor para esos cuidados?.
Tal vez lo sea, pero el hecho es que hace menos de una hora los dos discutían a gritos y el hijo fue enviado a la cama con quejas destempladas. Mira, mira como se incorpora ahora para besar el rostro de su padre.
Eso es un hecho aislado.
Bueno pues contempla esa pareja que se encuentra en el primer sueño.
¡Noche!, no los llames pareja, son un estupendo matrimonio que conozco de sobra; esta tarde se gritaban en exceso y ninguno quería dar su brazo a torcer.
De acuerdo, matrimonio. ¿Crees que siguen enfadados?.
¿Cómo lo voy a saber?, tienes unas cosas amiga...
No tengo cosas, tengo razones para justificar lo que digo. Contempla sus manos. ¿No las ves entrelazadas junto al corazón de uno de ellos?.
Bueno, bueno deja de cotillear por la ventana que no está bien.
Ya tú lo que no quieres es darme la razón. Pero ven, ya lo último: Otro padre junto a la cama de su hija. Que cosa tan rara ¿pues no está haciendo un nudo en la esquina de la sábana?.
Claro esto es lo que contaron en el colegio de mis hijos. El padre llega muy tarde de trabajar porque no le queda más remedio para sacar adelante, en este tiempo de crisis, a su familia. Sus hijos ya están profundamente dormidos y de mañana él también se marcha antes de su casa que ellos. No los ve a diario. Y la unica forma de contacto que tiene es el beso de la noche, que ni siquiera pueden sentirlo porque duermen profundamente. Por eso ideó lo de dejarles ese nudo en la sábana para que al despertar sepan que su padre estuvo con ellos. ¿No te parece tierno?.
Eso es lo que quería enseñarte, quería que tú lo comprobases con tus propios ojos.
¡Ay, si no fuera por mí!
Oye y ya que arreglas tantas cosas ¿no podrías solucionar algunos de los problemas que nos agobian a los españoles?
Ay , amiga, ¡ahí le duele!, eso ni en mil y una noches hallaría la solución.
9 comentarios:
Decididamente, Militos, la noche es tuya. Estoy por inventar un premio para los blggeros nocturnos que aprovechan el silencio para dar cauce al ocio creador.
Besos
Vaya dialogos en la intimidad nocturna... me encantan. Me gustan esas conversaciones entre la vigilia y el sueño, son tan... mágicos. Preciosa también, pelí la que hoy evocas, pero un pelín triste..como el resto del post que destila cierto sentimiento agridulce. Pero lo dicho, me entusiasma, porque sale de tí y lo comparto.
Off topic. Hoy he andado un poco más liado y por eso no he podido comentar nada, ni contestar a tus preguntas. Lo intentaré hacer ahora:
1. No, no he estado en esa Catedral de Sal, la ví en internet, pero me pareció tan maravillosa, que se me ocurrió que valdría la pena darla a conocer.
2. No tengo ni idea, si Colombia está más lejos que Filipinas...Ni idea.
3. Lamentablemente, tampoco he sido yo el que te ha quitado el recuadro de "De dentro", debe ser tu ángel de internet que siempre tienes cerca. De todos modos me alegro que haya desaparecido ese molesto recuadrillo.
Besos.
Sunsi: que amable eres, pues nada ponte a ello porque yo creo que existimos más de los que estamos.
Un beso amiga
¿tú eres el de la carta, o vienes en son de paz?
A mí la película no me parece triste porque acaba bien y se demuestra la fuerza de un amor que vence tanto infortunio. La primera versión en blanco y negro, que vi este verano de las que regala ABC, si que era más triste porque sólo deja entrever que se reunirán cuando ella recobre el movimiento, pero termina practicamente cuando se encuentran en el concierto o ballet, ya no me acuerdo, cada uno con otra persona
Tampoco creo que esta vez el post sea agridulce, únicamente porque ni siquiera la noche luminosa puede arreglar nuestros problemas, los de los españoles me refiero, no a los de Tú y Yo.
Que pena que no sepas lo de Colombia porque te iba a invitar a ver esa maravilla que cuentas en tu penúltimo post.
Y yo juraría que esta mañana vi un polvillo de hoja verde en mi teclado. De todas formas no sabía que tenía un angel en internet, tendré que buscarle para tratarle más. Gracias por avisarme.
Un beso pa tí, aunque no te lo merezcas por lo de la carta, pero bueno, cada blog es un compartimento estanco y en este te has lucido
Siento tu cabreo por lo de la carta...de buena tinta sé, que está gustando y hay quien se ha reido mucho cono ella. Me temo que no has llegado a llerla hasta el final, ¡tan solo es una broma!. ¡Un chiste!
Pero bueno ya estoy acostumbrado a tus exigentes notas, pero esto de los ceros zapateros me parece excesivo y las ganas de matarme también... En fín, pelillos a la mar y quito la dedicatoria. Besos.
Tienes una imaginación desbordante, Militos. Esta conversación entre tú y la noche me ha enganchado de tal forma que como en una novela de dos personas que se aman, pero discuten continuamente, quieres llegar al final cuanto antes para saber si definitívamente se casan o se dejan, pero he llegado al la conclusión de que sois como un matrimonio, con sus problemas y discusiones, pero que en el fondo os amáis y no podéis vivir separados.
Un beso.
Arcendo: ya te he contestado en tu blog, siento que te hayas enfadado y no captaras la broma mía. Tu post si lo leí hasta l final y me hixo mucha gracia. Además se parecía un poco a un chiste del gran Eugenio. Lo siento.
Un beso
Terly: Tienes razón yo no puedo vivir sin la noche, desde que me quedaba a estudiar y no estudiaba. Ahora, desde que los niños se emanciparon he vuelto a recuperarla y me gusta. Es un poco lo que dice Arcendo, ese espacio anterior al sueño se llena de magia y otros sueños.
Un beso
No estoy enfadado. No pidas perdón no los merece, seguimos tan bien como siempre, dejalo correr, hermanita ya pasó. Besos.
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