Noche, menos mal que has llegado, tengo tanto que descargar hoy en tí. Es una sensación que me agobia, que aprisiona mi corazón. Como al niño que no le dejan llorar, que le tapan la boca para que no llore y le sale el llanto por todos los poros de su piel. Y ha sido un día bueno, volví a confiar, pero vino la nube de siempre a implantar su grisáceo perfil en medio de mi alegría.¡Noche, noche !... ¿No puedes tú llevarte esa mancha viscosa al rincón de los olvidos?
¿Sucederá siempre lo mismo?, hay momentos en que crees, en que confías y al siguiente todo se desvanece y ya no queda nada en pie, no puedes apoyarte en nadie. Aquel que lo fue del alma, de improviso se vuelve en agudo dolor. Son otros tiempos, ya nadie se mantiene firme. Hablan de amistad, la exaltan, la llenan de adornos y al final todo inútil porque no la llevan dentro a prueba de fuego. Como era antes, como los que recuerdo , como aquel incomparable que sólo se alejó de mí porque me amaba y yo no podía seguirle en ese amor. Es tan diferente que un amigo te deje por amor a que te rompan el corazón porque has cansado.Es la inseguridad que siempre me acompaña. Estoy tan hecha a darlo todo que cuando me paro y comtemplo lo que queda de mí, sólo siento deseos de llorar. Me contengo, me contengo porque sé que no le gustan mis lloros, hasta que me doy cuenta que ya ni eso importa. Puedes llorar a gritos, puedes acercar tu llanto a los mares, nadie lo notará. Ni siquiera la marea va a alterar su nivel por el vertido de tus lágrimas. Y lo recojo, en un vaso que un día fue encuentro y las malas hadas lo convirtieron en adiós
Recojo mi llanto y lo mimo, es mío, es lo único que me queda. Ignoro si podré hacer algo con este caudal, si servirá para nada, pero me lo llevo porque es lo único que me queda de su amistad.
Déjalo ya noche, no te molestes. ha sido un feliz día, pero como otras veces al abrir la puerta a mis pensamientos, sin querer dí entrada a la bruja maligna de la DUDA.
¿Y ahora qué hago yo?, ¿A dónde puedo mirar que no encuentre un resto de ilusión?. Estoy tan confusa en este laberinto de encuentro y pérdida, En este esfuerzo sobrehumano que cada día me veo forzada a realizar. Ver y no sentir. Ver y hacer que no siento. Mientras, algo dentro de mí va relentizando su marcha. Algo que no quiero saber que es, que está ahí, que lo oigo que me avisa, que me dice: no puedes continuar por este camino que no te lleva a ninguna parte. ¿Cómo, grito yo, se termina un camino de amistades y de lunas?
4 comentarios:
Me ha gustado tu relato.
Muchas veces por la noche vemos las cosas con menos claridad, y no es un juego de palabras, que a la mañana siguiente después de descansar.
Canciones:
No more lonely nights.
Nights in white sateen.
Un beso,
Militos:
Me estás preocupando mucho con tus pensamientos y tus dudas nocturnas.
¿Por qué no dejas que vuele la imaginación nocturna a favor de las corrientes y que busque las térmicas favorables en lugar de enfrentarte a ambas cosas?
En cuanto a las lágrimas, como dijo el poeta, "las lágrimas son agua y van al mar"...
Un beso.
Terly: yo también me estoy preocupando. Lo mejor será que vuelva a echar la llave. Creo que todo es obra del desequilibrio tensional. A ver si la semana que viene aciertan y vuelvo a mis casilas.
Un beso
Echar la llave...¡nunca! pero, ponerle un poquito de aceite a la cerradura...
Un beso.
Publicar un comentario